Yanni Tugores

Yanni Mara Tugores Tajada, nació en Montevideo el 8 de mayo de 1957. Actualmente reside en la ciudad de La Paz-Canelones-Uruguay.

Ha obtenido más de 120 premios entre primeros, segundos, terceros y menciones en concursos nacionales e internacionales. Forma parte de varios grupos literarios, ha participado en más de 100 Antologías dentro y fuera del país, algunos de sus poemas y cuentos fueron publicados en diferentes diarios y revistas tanto en Uruguay como en el extranjero y traducidos al portugués, italiano y rumano. Maneja su propio espacio cultural “Esquina Cultural La Paz” en la ciudad de La Paz-Canelones. Recibepor su gestión cultural, un  reconocimiento de la R.C.M (Red Cultural del Mercosur) otro de REDAFU (Red de Escritores/as y Creativos/as Afrodescendientes) que es otorgado año a año a instituciones, ONG y a todos aquellos que difunden de una u otra forma la Cultura Afro el arte, la literatura y la creatividad en todas sus manifestaciones y el premio AUREA 2016 entre otros.

 

En 2017 recibe el Premio Internacional “Grandes Mujeres” con adhesión del Movimiento Acción de Paz-Argentina como escritora y difusora cultural. Nominada al Premio Madre Teresa de Calcuta por su labor social

 

    ¡Cómo quisiera ser tierra!

 

 

¡Cómo quisiera ser tierra!

Profunda, suave, ondulada

recibiendo en mi interior

toda la esencia de su alma.

Sentir el viento soplar

desparramando fragancias,

de los ceibos y jacintos

de naranjas y manzanas.

La lluvia caerá en mí

y la beberé con ansias,

la simiente de mi tierra

renacerá y dirá; ¡Gracias!

¡Cómo quisiera ser tierra!

Pradera o llena de matas,

mis pies descansan en ella

y en ella seré enterrada.

Mi espíritu crecerá

en su suelo y en su agua,

y nuevamente seré

mi tierra agreste y amada.


Regreso

 

Cortan mi respiración suspiros afilados.

Desgarran mis sentidos

me transportan.

Desde adentro hacia afuera

el corazón me extirpan.

Me encuentro enredada en el vacío

atrapada en mis entrañas.

Ser sin tiempo.

Niña sin leche tibia.

Deshojados recuerdos.

Rayuela cubierta por las hojas del otoño.

Hamaca silenciosa,

parque desierto.

Aroma de ausentes madreselvas.

Glicinas que no cuelgan del cielo.

Frases incoherentes,

palabras perdidas.

Plumas de pájaros

esparcidas, mutantes, migratorias.

Vuelvo a respirar; regreso.

Estoy aquí;

en soledad y sin tiempo.

Los suspiros afilados retornan

pero…

¡Aún respiro y siento!

Remolinos de viento elevan las hojas.

Veo claramente la rayuela

pintada en el piso del colegio.

Entonces tengo la certeza:

 

estoy aquí…

                                              Regreso.

 

1º premio en el Instituto Cultural Latinoamericano Buenos Aires-Argentina que da título a este libro.

 

 

 

 

Delirio

 

Estaba sollozando a carcajadas  sumida en una profunda melancolía. Observaba a mi hermano de noventa kilos,  que flotaba en el aire sobre una nívea nube de polvo gris.

Desde mi cuarto de paredes redondas,  podía ver a través de los negros vidrios de mi ventana triangular, como se marchaba ligero,  casi incorpóreo, como una roca.

Una brutal brisa lo impulsaba hacia un agujero negro de una extraña claridad.

Miré  hacia arriba y pude ver que en el suelo todo comenzaba a temblar: los autos volaban hacia abajo,  el agua llovía desde la calle y los edificios colgantes, comenzaban a caer.

¡De pronto!  Desde el ropero del techo emergió un enorme animal. Miré su reflejo en el espejo del piso y distinguí un raro pájaro de alas cuadradas,  labios gruesos y color rosa con pintas blancas.

Corrí a abrir la puerta  para atraparlo pero fue inútil, se escapó por el agujero de la cerradura.

Eran casi las diez de la noche y ya comenzaba a amanecer. Fue entonces cuando decidí vestirme para darme un baño de agua fría,  ya que el termómetro marcaba tan solo cinco grados. Luego del baño me desnudé para ver si podía entrar en calor.

Subí rápido las escaleras y bajé corriendo a la calle,  pero no encontré nada extraño. Entonces decidí acostarme en la cama del techo debajo del ropero, prendí la luz y me dormí.

 

Cuando desperté, me encontraba en un extraño cuarto; todo blanco, acolchonado  y mis manos cruzadas en la espalda. Solo una pregunta me ponía intranquila: ¿Por qué me habría cambiado de habitación?


Comentarios: 1
  • #1

    María (viernes, 26 enero 2018 07:43)

    Diferentes formas de expresar la vida, vivencias, y el amor. Leer sus poemas o cuentos me emociona.

Y, como dice nuestro slogan, en

CUENTA, IMAGINA Y CREA proponemos 

Cada día algo nuevo , Cada día algo mejor

 

          Compartir conocimiento, arte, entretenimiento.

          Desarrollar productos y servicios originales, atractivos y accesibles a través de diferentes medios.

          Promover actividades que lleguen a todos los niveles sociales, educativos y a todo púbico.

          Desarrollar iniciativas originales que signifiquen un aporte valioso a la sociedad y sus individuos.

          Formar, orientar, colaborar.

 

         Desarrollar alianzas estratégicas con entidades públicas y privadas para la realización de proyectos.